Luis Andrés Espinoza

domingo, septiembre 23, 2007

MUERTE Y AMOR

La dificultad para aceptar la muerte de nuestros amigos, conocidos y sobre todo familiares directos y más aún aquellos que son jóvenes es una condición que nos afecta a todos los seres humanos.

Muchos buscan consuelo en la religión, en un Dios que todo lo puede, otros generando defensas para no sentir el dolor y no reconocen la muerte de sus cercanos por un profundo dolor. Otra persona nada puede hacer para mitigar dicho dolor, sólo cada persona debe vivir su luto, existen personas que nunca han vivido el luto y esto los hace muy inestables frente a dich tema incluso en el seno de sus familias.

Recién el año pasado he aceptado la muerte de mi amigo Rodrigo Oyarzún, excompañero de la UCV en Ingeniería Industrial, la pena no se quita peor ya se que está con Dios.

Sólo la muerte nos explica nuestra existencia y mientras mayor amor existe más difícil es aceptarla.

El amor que nos hace darle sentido a la vida no nos permite dejar descansar en paz a nuestros seres queridos, pido por todos aquellos y al mismo tiempo por los que quedan vivos en las familias para que valoremos la profundidad de nuestros SER.