Luis Andrés Espinoza

jueves, junio 19, 2008

ESTUDIAR Y TRABAJAR


Pasan y no se notan, los estudiantes vespertinos para las personas con vidas normales (trabajo de 8 a 18 horas) casi no existen, porque no los ven.
Estudiar después de cumplida una jornada de trabajo es una carga que pocos son capaces de soportar y obtener las metas planteadas.
Mi más sincero homenaje al esfuerzo, constancia y positivismo de los estudiantes vespertinos. Debo contarles que se nota la diferencia frente a un estudiante diurno si comparamos el interés, el profesionalismo y principalmente la motivación (producto del logro que han obtenido por supuesto) con la cual desempeñan su rol de estudiantes.